La relación entre alopecia y coronavirus es una cuestión que en los últimos meses, dentro del marco de la pandemia ocasionada por el Coronavirus, se ha incrementado dentro de las consultas de pacientes.
Éstos han detectado una caída precipitada de su cabello o han experimentado una caída de pelo mayor que antes de haber padecido la COVID-19.
Uno de los efectos del Coronavirus en algunos de los pacientes que han sufrido la enfermedad es el relacionado con una caída del cabello.
Esto puede estar ocasionado tanto como consecuencia del propio proceso infeccioso, como por el estrés vivido por el paciente aunque aún no existen estudios concluyentes que establezcan esta relación entre alopecia y Coronavirus.
Además, como dato de interés, el grado de afección no es determinante en cuanto a sufrir o no alopecia, es decir, la caída del cabello se está viendo tanto en pacientes que han sufrido la COVID-19 de manera grave, y que han tenido que estar ingresados en la UCI, como en pacientes que han pasado la enfermedad de manera más leve.
No obstante, aún no se ha confirmado oficialmente si la infección por la COVID-19 también puede afectar al cabello por estos mecanismos o por otros más específicos.
El efluvio telógeno estacional
Un efluvio telógeno es una alopecia difusa que se produce por “desprendimiento” como consecuencia de una agresión exógena o endógena sobre los folículos pilosos, que origina una alteración del ciclo capilar.
El efluvio telógeno se produce cuando muchos folículos pilosos que están en la fase anágena – de crecimiento – pasan antes de tiempo a la fase telógena – de caída del cabello. De aquí viene su nombre.
Se trata simplemente del hecho de encontrarnos con una mayor cantidad de folículos en estado de reposo y puede no afectar por igual a todas las partes del cuero cabelludo, siendo lo habitual que el pelo se haga más delgado en la parte superior de la cabeza.
En primavera, se produce el efluvio telógeno estacional, que afecta a la mayoría de la población debido al fotoperiodo, mediante el cual la luz altera nuestras hormonas y, estas a su vez, a nuestro pelo.
También puede ocurrir como consecuencia de sufrir un episodio de estrés importante, padecer una enfermedad, someterse a una operación e, incluso, puede aparecer tras la ingesta de determinados fármacos.
Por tanto, este denominado efluvio telógeno estacional lo pueden estar padeciendo muchos de los pacientes que se han visto afectados por la COVID-19, así como toda la población en general, como una de las consecuencias del confinamiento.
En la Clínica de Injerto Capilar del Dr. Panno somos especialistas en la aplicación de tratamientos de regeneración capilar para devolver al pelo la fortaleza, la calidad y la densidad óptima para recuperarse tras este tipo de alteraciones.
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